jueves, 8 de septiembre de 2011

DÍA 0: BARCELONA (Viernes-1 de Octubre de 2010)

Como no queríamos arriesgarnos mucho con el tema de los aviones (vaya a que se produjera algún retraso y nos quedaramos sin crucero) y yo aún no conocía Barcelona, nos fuimos un día antes para allá.
Llegamos a nuestro hotel de Barcelona practicamente a la hora de la comida. Moverse por Barcelona resulta bastante fácil, está muy bien comunicada.
Del aeropuerto hasta el hotel son varias las opciones que tienes. Nosotros nos decidimos por el tren, que nos dejaba en el Passeig de Gracia. El trayecto dura unos 25 minutos y la frecuencia de este tren es de unos 3o minutos. Antes de coger el tren, compramos la T10. Es un billete que puede ser usado en varios medios de transporte (RENFE, FGC, buses TMB, tranvía y metro). La verdad es que se trata de una opción bastante económica, ya que por menos de 8 euros tienes 10 viajes en cualquier medio de transporte. La T10 puede se usada por más de una persona, te cuentan 2 viajes y listo. Y si el trayecto dura menos de una hora y cuarto se cuenta como un sólo viaje. Es decir, puedes coger un tren y bajarte para cambiar al metro, y si lo haces en menos de una hora y cuarto sólo te cuenta como un viaje. Eso sí, no puedes salir del metro y volver a entrar, eso ya cuenta como dos.
Cuando bajamos en Passeig de Gracia, debíamos coger el metro hasta Vallcarca. La verdad es que el hotel estaba un poco alejado y aunque no era zona peligrosa, ni fue complicado llegar, tirando de dos maletones se nos hizo muy pesado. Llegamos rendidos al hotel y ya con un dolor de pies bestial...Recomiendo coger un hotel más cercano al centro o al puerto;  o un taxi (que tampoco nos salió tan caro a la vuelta-30€ desde la puerta del hotel hasta el aeropuerto), porque no vale la pena reventarse el primer día.


Habitación doble del Catalonia Rubens.

Fachada del Catalonia Rubens.
De todas formas deciros que el hotel "Catalonia Rubens" estaba bastante bien y para ser Barcelona, nos salió muy baratito (60,19€ la noche, sin desayuno).

Ese día comimos en el mismo hotel, algo sencillo, un platito combinado, y después de reponer algo de fuerzas nos fuimos caminando hacia el Park Güell. Era lo único que teníamos previsto para ese día, ya que a la vuelta, nos quedaríamos dos días más en Barcelona. El hotel se encuentra muy cerca del Park Güell, pero no de la entrada principal, sino de otra por arriba. Así que fuimos bajando poco a poco contemplando las maravillas del genio Gaudí. Desde arriba conseguimos esta estupenda vista de Barcelona:

Y dejándonos guiar por esas formas dulces y fantasmagóricas llegamos a la entrada principal:

No entendemos por qué había tanta gente ese día... o a lo mejor es algo normal, porque vale la pena visitarlo.

Después, una visita a la tienda de regalos (donde compramos nuestro primer boli, es lo que coleccionamos de cada sitio donde vamos) y vuelta al hotel. Cenita y descanso ... ¡hay que preparase para mañana coger el Sovereign!

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